Por una parte, he de admitir que las clases de Filosofía son
de las que más me gustan pues no solo me he reído, sino que también me han
servido para aprender algo de cultura general y ampliar mis conocimientos, algo
que considero muy importante.
La forma de dar la materia está bien. El esquema en la
pizarra ayuda mucho y si quieres ampliar las definiciones tienes la hoja
previamente impresa, en la cual está toda la información clara y bien
organizada. Al igual que la materia, me
gusta la organización de los exámenes pues hay de tres tipos: uno de opción
múltiple, que casi siempre es fácil y ayuda a subir nota; el que hacemos cada
tema, que es bastante complicado; y el global, que es teoría y un comentario de
texto y suele ayudar a subir nota.
Por otra parte, hay veces que la dinámica de la clase es
aburrida pues es siempre lo mismo, en cuanto a bromas y siempre copiando, pero
en general las cases son entretenidas. Otra cosa que no me gusta mucho son
algunos ejemplos que pone en clase pues no me parece que sean adecuados y encima
la clase se ríe.
Los libros que hay leerse me parece buena idea pues nunca
viene mal leer, pero me parece que alguno de ellos es un poco complicado y
confuso como el de “Un Mundo Feliz” y creo que las preguntas del examen no
deberían ser tan complicadas, pues a veces para obtener la máxima puntuación
hace falta contestar cosas que son difíciles de deducir.
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